elegir nombre para empresaEs una de las primeras decisiones a las que nos enfrentamos cuando estamos poniendo en marcha nuestro negociete. Asignar el nombre a nuestro negocio no es poca cosa, parece sencillo pero con él proyectamos al mundo una primera idea del producto o servicio que comercializamos. No podemos fallar. Hay miles de teorías y de estrategias con el tema de la nomenclatura comercial. La realidad es que cualquier nombre puede ser eficaz si está respaldado por una adecuada estrategia de marketing. Ese será el elemento diferenciador que tendremos que considerar para dar a nuestra empresa el nombre más apropiado y eficaz. Nosotros queremos aportaros en este post ideas y consejos que hemos ido recopilando de distintas fuentes para que luego cada uno elija lo que más le conviene. Come with me.

Todos los expertos aseguran que nuestro nombre debe trasmitir experiencia, valor y la singularidad del producto o del servicio que comercializamos. Algunos analistas creen que los mejores nombres son abstractos mientras que otros piensan que deben ser de carácter informativo para que los clientes sepan inmediatamente de qué va nuestro negocio. Muchos creen que los nombres acuñados, que vienen de palabras inventadas, son más memorables que los que utilizan palabras reales. Otros piensan que son olvidables. A continuación consejillos a tener en cuenta a la hora de elegir un nombre.

¿Qué se esconde dentro del nombre?

Hay que comenzar decidiendo qué quieres que comunique tu nombre ya que este reforzará los elementos clave de tu negocio. Tus palancas para decidirlo serán el nicho al que te dirijas y los objetivos que tu negocio persigue para identificar los elementos que tienen que hacerse hincapié en tu nombre.

Cuantos más detalles de tu proyecto comunique tu nombre a tus clientes menos esfuerzos deberás hacer para explicarlo. Según los expertos, los emprendedores debemos dar prioridad a palabras reales o a combinaciones de palabras antes que a las palabras inventadas (¡Hemos acertado!). El público en general prefiere palabras que puedan relacionarse y ser entendidas.

Por otro lado, es posible que un nombre sea demasiado evidente, como por ejemplo un nombre geográfico o genérico. Si te expandes o diversificas tu producción, este tipo de nombres puede quedarse corto y te traerá problemas.

¿Cómo puede un nombre entonces ser a la vez significativo y amplio?

Los nombres descriptivos dicen algo concreto de tu negocio, como por ejemplo lo que hace o dónde se encuentra. Los nombres sugerentes son más abstractos. Se centran en lo que el negocio trata. Combinar ambas es una estupenda estrategia. Por ejemplo “Italiatour”, claro, conciso, emocional y evidente.

Es imprescindible, hagamos lo que hagamos, tener en cuenta los siguientes consejos:

El nombre que elijamos debe atraernos tanto a nosotros como a nuestros clientes potenciales.

Elegir un nombre familiar que evoque recuerdos agradables atraerá a los clientes a nivel emocional.

Nunca debemos elegir un nombre que sea largo o confuso.

No utilicemos juegos de palabras que sólo entendamos nosotros.

Cuidado con las palabras inventadas. A veces no son recomendables, porque son complejas y pueden crear una percepción de que el producto, servicio o empresa es complicado y normalmente eso puede no ser cierto.

Y cuando ya tienes nombres finalistas, ¿Cuál elegir? Sigue tu instinto, haz encuestas entre tus colegas y allegados, práctica cómo suena, y palante.

 

En caso de ayuda, pide ayuda a un experto

Como todo en la vida, a cambio de pasta puedes obtener un servicio de ayuda externo que te asesore cuál es el mejor nombre a elegir. Esta estrategia es recomendable si estás en un campo en el que el nombre de la empresa puede influir decisivamente en el éxito de tu negocio. Existen agencias especializadas que han elaborado sistemas para crear nuevos nombres en función de las necesidades del cliente. Te van a aconsejar sobre las opciones que son malas y te pueden explicar cuáles son buenas.

La desventaja es el coste. Una empresa dedicada a la nomenclatura cobra una pasta por desarrollar un nombre. Se incluyen normalmente los trabajos para dotarlo de identidad y el diseño gráfico. Algunos lo recomiendan porque estás obteniendo asesoramiento experto de calidad que te puede ayudar a ahorrar dinero en el largo plazo.